Antes de que se enfríe todo, tengamos que sacar los abrigos
y las vacaciones pasadas sean un espejismo, paso a relataros cómo transcurrió
la segunda parte del verano que empezaron a salir Lasniñas.
Tras nuestra experiencia en las fiestas de un pueblo de cuyo
nombre no quiero acordarme, que podéis leer aquí, nos trasladamos a un pequeño
pueblo de la costa asturiana que prefiero mantener en el anonimato. Nosotros,
inocentes donde los haya, pensábamos que habíamos dejado atrás todo tipo de
verbenas, bailes, y actividades desenfrenadas diseñadas para el jolgorio de los
adolescentes y el infierno en vida de sus pobres progenitores. JA. Las fiestas
nos persiguen, y es que el mes de agosto es lo que tiene, que hay fiestas allá
por donde vayas, que yo entiendo que la verbena en pleno mes de diciembre pues
no luce igual, y en el manual de padres no ponía: “huirás de las fiestas de los
pueblos como si de la peste se tratase”. ¿Os acordáis el famoso dicho de que en
España en una época muy lejana podía atravesar el país una ardilla saltando de
árbol en árbol? Pues no sé si será cierto, pero lo que sí es verdad es que te
puedes tirar el mes de agosto de fiesta en fiesta de pueblo en pueblo sin
parar, doy fe. ¿Es o no es un infierno? Esto nos pasa por no consultar el
calendario de fiestas populares. El caso es que al poco de llegar, ZAS, en toda
la boca, las fiestas del pueblo, y
claro, Lamayor y Losprimos que se habían venido arriba con la experiencia
anterior, otra vez a salir y bailar como si se fuera a acabar el mundo. Por
suerte pudimos frenar a Lospequeños, pero ya han avisado, que el año que viene
van a salir ellos también. Y además, hay que ver cómo salen, porque esa es
otra, el adolescente español se caracteriza porque jamás tiene frío, debe ser
que la revolución hormonal produce aumento de la temperatura, y eso sí, hay que
ir todos vestidos iguales, como de uniforme. Para las chicas es imprescindible
salir en pantalones cortos, cuanto más cortos mejor, que claro, si tuviera yo
esas piernas igual también iba en pantalones cortos todo el año. Sin embargo,
el dress code adolescente permite ponerse botas (menos mal), los pies
calentitos es fundamental, lo hacen para no pillarse unas anginas y que no las
dejen salir el día siguiente. La sudadera o jerseicito (una Rebequita que diría
mi madre) es fundamental en el verano del norte, pero ellas la llevan como
arrastrando, como si les diera asco, tú les amenazas, que sin jersey no salen,
que se lo ponga, y ceden, pero a la que te despistas, ya se lo han quitado y se
lo han colgado del cuello de cualquier manera. Resultado, si no has perdido una
o dos sudaderas en verano es que no has tenido verano. Lo que os digo, no sienten el frío, ni el
sueño, nunca tienen sueño, son como los vampiros, por la noche claro, porque lo
que es por la mañana casi te tienes que liar a tiros para que se levanten. Me
he descubierto este verano diciendo una frase muy de mi padre que resonó en mis
oídos durante toda mi adolescencia: “El que tenga cuerpo para salir que lo
tenga para madrugar, así que hala, arreando y todo el mundo a levantarse”. Así
que a las 10.30 como muy tarde he estado tocando diana como si fuera aquello un
cuartel, vamos que sólo me faltó comprarme la corneta. Eso mismo hizo mi padre
y mira lo bien que hemos salido todas, aunque reconozco que en aquel momento a
mí me daba un coraje…
De todas formas y por verle el lado positivo a esta nueva
etapa, si ellas pueden salir, tú también, es decir, que se pueden quedar solas
en casa, así que el Mister y yo por primera vez en muuuuuuuuchos años hemos
podido salir a tomar algo sin niñas y sin necesidad de buscar canguro,
definitivamente no hay mal que por bien no venga. Eso y que el mes de agosto
dura lo que dura, un mes, la naturaleza es sabia, y por eso no hay más
vacaciones, porque no hay cuerpo que las aguante. Vuelta a la dura realidad,
aquí por la noche ya no sale ni el Tato, las fiestas, como las bicicletas, son
para el verano, al menos de momento.
Me encanta tu teoría de las hormonas y la temperatura jajaja!
ResponderEliminarEs que alguna explicación tiene que haber, no? Jajaja. Me alegro qe te haya gustado guapa. Muacks
EliminarEs la primera vez que entro en tu blog y me ha encantado. Me uno a tus lectores desde este momento. Lo de la temperatura corporal debe ser cierto porque de adolescente yo también salia en enero con una miserable cazadora vaquera ;)
ResponderEliminarhttp://diariodeunamadredelsigloxxi.blogspot.com.es/
Bienvenida, y gracias. Voy a echar un vistazo al tuyo. Espero que te pases x aquí de vez en cuando. Bss
EliminarYo friolera he sido siempre, incluso hormonada, pero lo del sueño es muy cierto. Ahora me cuesta hasta acabar de comer, de hecho, dormiría la siesta antes de hacerlo, porque llego a casa con más sueño que hambre, pero hace unos año odiaba que mis padres me obligasen a dormir la siesta y quedarme en casa porque hacía demasiado calor para salir (como es normal, ahora les entiendo perfectamente)
ResponderEliminarPues sí hija sí, yo estoy en las mismas. Estamos viejunas, jajaja
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