jueves, 27 de junio de 2013

Mis clásicos favoritos: Ginecólogo, qué bonita profesión

Una vez al año tengo por costumbre acudir al ginecólogo, que es un señor o señora, que te soba sin venir a cuento de manera totalmente gratuita, en mi caso es un señor, no sé por qué, pero prefiero que sea del género masculino, manías que tiene una. El caso es que según se va acercando el momento de pedir hora se me va erizando el vello, vamos que me da algo sólo de pensarlo. En mi casa hemos decidido ir juntas las tres hermanas, por aquello de que las penas en compañía son menos o algo así, así que nos llamamos y quedamos para ir juntas en manada, como que reconforta. El pobre cuando nos ve ya se descojona directamente y a la primera que le entra le dice: “no vienen tus hermanas?”. El caso es que ya se ha convertido en una tradición familiar que pasará de madres a hijas.


Como no es plato de gusto cada año vamos un mes más tarde, y este año ha tocado en pleno verano. El caso es que no sé si os pasará a vosotras, pero según estás esperando a entrar vas repitiendo interiormente como un mantra: “más vale prevenir que curar…. Más vale prevenir que curar….”. Sale una enfermera, dice mi nombre y doy un respingo, entro y lo de siempre, qué os voy a contar. Pues este año, según me subo a la camilla, por llamarla de alguna manera, yo más bien la llamaría el potro de torturas, y estoy en LA posición, suena mi móvil, la música del Eu te pego o como se llame a todo volumen atronando la consulta, menos mal que el pobre doctor aún no había empezado la faena, porque dio un bote que no me quiero imaginar semejante susto en plena citología… el caso es que muerta de vergüenza y semidesnuda digo perdón y voy a coger el móvil, miro la pantalla y es mi jefe, lo cojo, mayormente para que deje de sonar la musiquita (tengo que cambiar esta melodía según llegue a casa…..), y él no me oye, y yo a grito pelado: “Rafa, Rafa, lo siento pero no te oigo, ahora no puedo hablar, luego te llamo, uy, se corta, se corta……. Pi-pi-pi-pi…..” cuelgo, y me vuelvo a la camilla pensando que esto no me puede estar pasando….. El ginecólogo ya descojonado, me dice que todo muy bien, me da los volantes para las siguientes torturas ginecológicas de rutina y salgo. Se lo cuento a mi hermana, que se descojona también y procedo a llamar a mi jefe con el que mantengo la siguiente conversación:

Yo: “Hola, verás no podía hablar porque estaba en el ginecólogo, ya sabes, y además no te oía nada, no debía haber mucha cobertura…., en fin, ¿qué querías?”

Mi jefe: “¿Yo? Nada, si yo no te he llamado, debe ser que como la última llamada fue a ti, se me ha debido disparar solo el móvil…. Qué gracia, no? Bueno, perdona y hasta mañana”

Yo: “Uy, pues nada, sí, qué gracia…. Jajaja”, vamos, para partirse de risa la vergüenza que he pasado, muuuuuuy fuerte….

Bueno, el caso es que luego vienen las torturas siguientes que claramente han sido inventadas por algún primo del inventor de los tacones, pero fijo, porque es increíble con lo que ha avanzado la ciencia y sigan haciéndonos esas pruebas. Por ejemplo, la mamografía, dícese de una tortura consistente en el aplastamiento de senos hasta el infinito y más allá. Pero ¿qué pretenden? Comprobar que no queda ni una sola gota de leche de la última lactancia o qué? Y me pregunta mi santo que si duele, a ver, doler no es la palabra, más que doler, es que jode, pero mogollón. Menos mal que la doctora (ahí prefiero que sea ella en vez de él), es completamente encantadora, yo ya me he hecho superfan suya, y a mí desde luego no me aplasta la teta ya nadie que no sea ella. Me habla todo el rato para distraerme y que se me pase más rápido. Pero con todo y con eso es una sensación súper desagradable, vamos que parece que te van a explotar y te va a salir el tejido mamario por las orejas, es horroroso. Lo bueno es que sales de ahí con una tranquilidad, porque desde luego si tuvieras algo te lo encuentran y te lo aplastan in situ.

Lo siguiente es la ecografía transvaginal, a mí sólo el nombre ya me pone los pelos de punta, y no entiendo lo de trans qué significa. El caso es que llegas, otra vez a un potro de torturas (que ríete tú de los de la edad media), y hala, a despelotarte de nuevo. Y entonces viene un señor o señora, a mí a estas alturas de la película como si viene un pulpo, ya todo me da igual, con una especie de micrófono en la mano, que no sé si pedirme un whopper con queso o qué, y piensas: “qué me vas a meter eso por dónde….? Ni de coña….” En ese momento lo que te pide el cuerpo es decirle al susodicho que se meta el micrófono por dónde le quepa, pero no, aguantas estoicamente y cuando sales, lo que yo recomiendo es tomarse una cerveza bien fría, acompañada de unas patatas fritas y unas buenas amigas o hermanas, si puede ser. Es lo mejor.

Ahora, queridas amigas, mis recomendaciones para ir al ginecólogo:

1.- Ponte un vestido, por si te suena el móvil cuando estás en ya-sabéis-que-postura, no se te vea el culo cuando te levantas a cogerlo.

2.- Mejor aún: apaga el móvil antes de entrar

3.- Avisa en la oficina para que no te llame nadie

4.- Depílate, no sea que los árboles no le dejen ver el bosque

5.- No te pongas un calzado que destiña y descubras allí mismo que llevas los pies de color verde o morado, o peor, negro

6.- Nunca vayas sola, ve con amigas o hermanas

7.- Cuando salgas vete de compras y luego a tomar una caña, te lo has ganado


Y hala, hasta el año que viene…..

martes, 18 de junio de 2013

Evolución de una dieta: Del bocata-pavo a la manzana

Tal y como os conté en el último post que podéis ver aquí, la operación bocata-pavo no ha funcionado como debiera, vamos que estamos igual que antes de hacerla y hemos acabado con las reservas de pavo del Mercadona. Este fin de semana hizo calor, con lo cual, no tuve más remedio que embutirme, digo meterme en el bikinideloscojones…. Dios qué momento, qué mal lo pasé, pero podía haber sido peor, al menos me entra…. El que no se consuela es porque no quiere. Así que embutida en mi bikini de rayas, me dispuse a ir a enseñar la lorza. Afortunadamente para mí, ahora veo la ventaja, mi urbanización no tiene piscina, y fui a casa de una amiga, siempre es un alivio pensar que no tienes que cruzarte con esas personas por la escalera. El caso es que yo lo intenté, pero no pude, la camiseta se resistía a salir de mi cuerpo, preferí ir paso a paso y no descubrir todo de golpe. “El próximo día” me dije a mí misma. Pero no nos engañemos, ese día llegará, no voy a estar sin bañarme todo el verano, aunque tal y como ha amanecido hoy, puede ser, porque hace un fresquete que desde luego, lo último que apetece es bañarse.
Este rollo viene a cuento de que yo, optimista por naturaleza, no creo que todo esté perdido, y he decidido cambiar el bocata de pavo por la manzana, a ver qué pasa, así, a lo loco, viviendo al límite. Comeré sano y ligero toda la semana, abandonaré la cervecita de cada tarde-noche (eso va a ser lo peor, lo sé), dejaré el bocata y ya veremos si lo consigo. De momento sólo llevo ayer y hoy. Ahora mismo que son las 13.00 h, según escribo esto oigo un crujido que me brota desde dentro, no es un corrimiento de tierras ni se está abriendo la falla de San Antonio, son mis tripas aullando por el hambre, porque la manzana que me he comido y que por cierto, debo tener en los pies, no les ha gustado a ellas, no, ellas quieren su bocata de pavo. Tengo la cara desencajada, sudores fríos, al rato tengo calor, me he quitado y vuelto a poner la chaqueta unas 80 veces, no sabía qué me pasaba hasta que he caído: Tengo el síndrome de abstinencia, ahora lo entiendo todo, estoy enganchada al pavo, tengo el mono… qué lío de animales, no? . Mi compañera sí se lo ha comido, en silencio, con cara de culpabilidad, echándome miradas furtivas de lástima y yo he reprimido las ganas de amenazarla con el cutter y arrebatarle el bocata para atrincherarme en la sala del proyector a comérmelo, cómo olía el jodío bocata, con su pan crujientito, con sus semillitas y con su pavo finas lonchas. Qué ganas tengo de llegar a mi casa por Dios, me costó dejar de fumar, pero no sé si me está costando más dejar el bocata de pavo…
Bueno, siguiendo las indicaciones de Cruz de Entremadres que es mi gurú de la dieta, voy a ser realista y ponerme objetivos normales: bajar la lorza a nivel que no me salgan ronchas sólo de pensar en ponerme en bikini. Con eso me conformo, para poder coger un poco de colorcito que da efecto de estar más estilizada, todos sabemos que el blanco engorda. Ahora oigo a Mister como una voz en off: “deberías hacer algo de depoooooooorte….” Me cago en el deporte, los gimnasios y la madre que los parió a todos, pero qué le ha dao a la gente con el ejercicio por Dios... hay gente corriendo por las calles como si no hubiera un mañana, que para mí que llevan tanto rato corriendo que se les ha quedado la mente en blanco y ya no saben dónde viven, qué daño a hecho Forrest Gump. Y además, qué poco glamour, con esas camisetas chandaleras del Lidl que se ponen, de un tejido que me dan picores  sólo de imaginar el tacto que debe tener… en fin, igual me lío la manta a la cabeza y me voy a andar esta tarde, justo a la hora de recoger la cocina, cuando ya no haga calor…. Y una duda: cambiar la funda del nórdico no se considera deporte? Pues deberían, yo voto porque sea deporte olímpico, eso y cambiar las sábanas de todas las camas también, pero no de cualquier manera, no, bien remetiditas por dentro.
Desde la plataforma “No al bocata-pavo” seguiremos informando la evolución de esta operación bikini que está convirtiendo mi vida en un infierno, sólo me queda convencer a mis compañeras para que se unan al movimiento y que las mañanas no sean una tortura infinita.

jueves, 13 de junio de 2013

La Operación Bikini: ¿Leyenda urbana o realmente existe?

 
“Operación bikini”: dícese de ese momento en la vida de una mujer en el cual decides que vas a tomar cartas en el asunto y poner freno a la lorza que se empeña en dominar tu cuerpo.
Este momento suele acontecer más o menos y entre pitos y flautas, cuando pasa la Semana Santa. Una vez que la decisión está tomada, hay que elegir la dieta que vas a hacer, cosa harto difícil porque hay cientos y cientos y todo el mundo se empeñará en que la suya es la mejor. Será el tema de conversación más frecuente entre las féminas en esta época del año. Es de todos conocido que las mujeres podemos hacer varias cosas a la vez, pero no nos callamos ni debajo del agua, por favor, no nos pidan que hagamos algo en silencio, eso es imposible. El tercer paso es buscar aliadas para la terrible cruzada que vas a emprender, por aquello de comentarlo, vaya, y ya se sabe que las penas en compañía…. pues son menos penas. Yo este año elegí a mis compañeras de trabajo, mi jefe que es un santo no sabía la que podía liar sentándonos a las cuatro juntas, así que nos hemos denominado El Club de la Comedia y hemos decidido hacer causa común contra la lorza en particular y el mundo en general. Tengo que decir que trabajamos como leonas, pero eso sí, hablando continuamente de los temas más peregrinos. Tras analizar todas las propuestas habidas y por haber que han sido muchas, e intentar convencer a alguno de los miembros de que no se pueden combinar las dietas entre sí, es decir, no puedes elegir la comida de una, la cena de otra y así sucesivamente, nos decantamos por la que se ajustaba más a nuestro gusto. Fue una en la que a media mañana había que comerse un bocadillito o sándwich de pavo, TODOS LOS DÍAS. Tengo que decir, que eso es lo único que hemos respetado como si nos fuese la vida en ello, el bocata de las 11.15 h., eso sí, en pan integral, por aquello de la fibra. Ese momento sagrado del bocata lo hemos llevado a rajatabla, es como un ritual cada día. Ríos de tinta podríamos haber escrito sobre la dieta, lo que se podía comer y lo que no, y cada día comentábamos qué íbamos a cenar o qué nos tocaba de comer. Si una se la saltaba, las otras rápidamente encontraban justificación para tamaña afrenta, eso es compañerismo y lo demás son tonterías. Vamos, que llevamos más de un mes hablando todo el rato de comida.
A estas alturas del post os imaginaréis la cruda realidad: no hemos adelgazado ni un gramo peeeeero nos lo hemos pasado bomba. Toda la empresa se ha enterado que estamos a dieta y nos han dicho en innumerables ocasiones, lo bien que estamos, lo guapas que somos y que no nos hace falta hacer dieta de ninguna clase, lo cual nos ha subido la moral bastante (por si traíamos baja de serie) y entre nosotras se ha creado un vínculo indestructible, ya para siempre recordaremos la primavera del 2013, como la del bocata de pavo. Además, hemos aprendido varias cosas:
·    La dieta hay que hacerla entera, de cabo a rabo, hasta que se te quiten las ganas de vivir y desarrolles intolerancia al pavo y la lechuga.
·    En ningún régimen se puede comer Nocilla.
·    Si en tu dieta pone que puedes tomar una copa de vino en las comidas, no se refiere a todas las comidas y en ningún caso se refiere a que te puedes beber la botella acumulando las copas que no bebiste en el desayuno, mediiamañana, comida y merienda.
·    El gin-tonic no es una bebida light, esa inocente ausencia de color no significa que no engorde.
·    En cuanto te pongas a dieta todo el mundo empezará a colgar fotos de comida hipercalórica con pinta estupenda en todas tus redes sociales y te saldrán unos planes estupendísimos de ponerte hasta las patas de comer y beber.
·    Las que adelgazan es a base de no comer y estar todo el día con una mala leche que no se aguantan ni ellas mismas, esa opción no nos convence
·    Estamos estupendas y es tal el sacrificio para volver a una talla 38 que no nos compensa
Esta post está dedicado al Club de la Comedia: Anabel, Andrea y Martilla del Bosque, chicas, nosotras podemos, el tema es que no queremos

miércoles, 5 de junio de 2013

Y el premio premioso goes to.....

Esta semana tengo un noséqué que noséyo, o una mala leche que me coge todo el cuerpo, llamadlo como queráis. Resulta que las madres blogueras (Madresfera) han organizado un evento llamado #8J y yo no puedo ir. Quiero pero no puedo y por más que me empeñase yo y quisiera buscar aliados, aquello no había por dónde cogerlo. Si ya lo decía mi padre: cuando no se puede, no se puede, y además es imposible. Y yo nada, vuelta la burra (o sea yo) al carro. Así que por más artimañas que he intentado buscar, he tenido que ceder y dejarlo por imposible, pero lo reconozco, la envidia me corroe, me las imagino a todas idealísimas de la muerte, con sus modelazos de madre bloguera de día y reina del glam de noche, poniéndose moradas a GTs y pasándoselo la mar de bien…. snifsnif, y encima no contentas con eso, están todo el día restregándomelo, comentando por el patio tuitero lo que se van a poner, lo bien que se lo van a pasar…. Pero tened un poco de piedad de mí, por Dios, que algunas no vamos y esto ya es un sinvivir.
Digo todo esto porque si no lo suelto reviento, porque las cosas no hay que quedárselas dentro, quiero fotos, testimonio gráfico, cotilleos varios, modelazos y toda la parafernalia.
Para contrarrestar la mala leche que me corroe por dentro y el desasosiego que me invade, voy a canalizar mi energía y voy para entregar un premio, yo soy así de chula. El premio es “El premio premioso”

una iniciativa de La Madre Novata, que es una artistaza, cuyo blog podéis visitar aquí.  A mí me lo dio Cruz de Entremadres, con la que además de tener un contubernio familiar de aquí te espero, me une una gran amistad porque es la más rebonica del mundo, si tuviese otra hermana me gustaría que fuese ella, así que con lagrimicas en los ojos recibí este peazo de regalo que me encantó, un libro que tiene una pintaaaaa. Estoy deseando empezarlo. De momento no desvelo el título, porque no descarto escribir una reseña mira tú por donde.

Y sin más preámbulos, le voy a dar el premio premioso a una persona que aún no sabe si va o no al #8J y la pobre debe estar sufriendo tantísimo como yo… and the Oscar goes to……. Teresa de El Sueño de Teresa, porque sí, porque me da la gana y porque es más maja que las pesetas y super apañada, no sólo tiene dos blogs, que ya me parece la pera limonera, y 3 niños, sino que además hace maravillas que podéis ver aquí, que lo mismo te cose una estrella que una nube, que un árbol de Navidad, es la reina del DIY.
Anda Tere, guapa, pásame tu dirección para que te pueda hacer entrega de tu premio. Espero que te guste, ya me contarás.
En cuanto a las otras, besos y abrazos virtuales, esta vez no pudo ser, pero la próxima nos tenéis a Teresa y a mí en el front row como dos clavos. Pasadlo genial.
Y casi se me olvida, si no es por Cruz.... la lista de todos los agraciados con el premio premioso hasta el momento:
1.- Begobolas
2.- Bizcocho de chocolate
3.- Entremadres
4.- Historias de Miss Airgam
5.- El Sueño de Teresa
Y que siga rulando