martes, 22 de abril de 2014

Armas de Malasmadres

Señoras, no es por crear ansia viva, pero Laparty se acerca y no es plan de que nos pille como solemos estar por esta época del año, es decir, blancas, sin depilar, y de la lorza mejor ni hablamos. Que digo yo que habrá malasmadres con la piel tersa cual culo de infante, sin ojeras y con rubor natural, sin canas y sin lorzas, de todo hay en la viña del señor, pero ellas, si es que existen (que lo dudo bastante) no necesitas aliño, pero y las otras? Ay, las otras, las normales, las de toda la vida, la mayoría, vaya, como una servidora, no es que necesitemos un milagro, pero un poco de chapa y pintura ayuda y mucho.
Así que sin ánimo de lucro, ni de herir susceptibilidades de ningún tipo, que últimamente está muy sensible el patio, ahí van unos consejillos de madre experta en tunearse cada mañana, porque por suerte o por desgracia tengo que aparecer en mi puesto de trabajo cada día mínimamente presentable. Para ello, cuento con todo un arsenal en mi poder, pagado de mi bolsillo, éste no es un post patrocinado, aunque me declaro abierta a probar todo tipo de potingues y luego dar mi opinión sobre ellos.

Arma número 1: El anti-ojeras

Básico donde los haya, yo no puedo vivir sin él. Tras años de búsqueda infructuosa del anti-ojeras mejor del reino a un precio asequible, entendiendo que 30 euros no es considerado asequible en este club, sin lugar a dudas, y por relación calidad-precio el mejor es el de Bourjois. Se llama Healthy Mix y promete una mirada rejuvenecida. Lo cierto es que sin crear el tan temido efecto mapache, funciona, vamos que pareces otra, concretamente, otra que llevara toda la vida durmiendo relajadamente 8 horas por día, y encima está bien de precio, con lo cual, doble placer-sensación única. Aplicar suavemente con la yema del dedo muy poca cantidad de producto, cunde bastante. Se puede usar también en el arco debajo de la ceja como iluminador.

Arma número 2: Los polvos de sol
Al que inventó estos polvos deberían hacerle un homenaje, ponerle su nombre a una calle y poco me parecería. Es uno de los mejores trucos de malasmadres fiesteras, para que parezca que acabas de venir de dar un paseo por la playa en vez de haber estado haciendo el cambio de armarios como si se fuese a acabar el mundo.
También he probado muchos y definitivamente me quedo con los mosaico de Essence, buenísimos, dan buena cara sin que parezcas un gremlin churruscao, que algunas parece que se han rallado un ladrillo y se lo han echado por la cara. Aplicarlo con una brocha kabuki con movimientos circulares por cara, cuello y escote si se tercia.
Yo la brocha que tengo es retráctil para poder llevarla de viaje (momento nosinmibrocha), de marca Too Faced para Sephora, este arma barata no es, pero merece la pena invertir en una buena brocha de calidad que te durará años.

Arma número 3: El rimmel
Negro siempre, absteneos de experimentos ochenteros con máscaras de colores, suelen quedar fatal. Aquí sí que no escatiméis, chapa y pintura pero de la buena, vamos, que os lo echéis a diestro y siniestro, como si fuera gratis. Fundamental, ponérselo con la boca abierta, esto es uno de los misterios de la humanidad, es imposible echarse el rimmel con la boca cerrada, igual que es imposible estornudar con los ojos abiertos. El último que he probado es de Kiko Milano y me va bastante bien. Son buenos también los de L’Oreal y bien de precio.

Arma número 4: El colorete
A ver cuidadín con este tema que se trata de dar a las mejillas un poco de rubor natural, no de parecer el payaso de Micolor. De dar buena cara, vamos, que parezca que acabas de tener un momento “Grey”. Mis favoritos son pelín caretes, de Benefit, he probado Sugarbomb y Coralista y me encantan los dos. Vienen con brocha buena, muy importante y huelen fenomenal.


Arma número 5: El momento labios
Donde esté una boca bien pintada que se quite todo lo demás. Mi última adquisición es un rojo de labios en lápiz de marca Kiko, que dura lo que no está en los escritos, yo no he visto una cosa igual en la vida, se llama Rock Idol Lipstick, no me digáis que no está hecho para nosotras. Normalmente los labiales son muy de prometer hasta meter y después de metido nada de lo prometido, pues éste dura y dura y dura hasta el infinito y más allá. El número 4 en rojo es lo más, es ponértelo y te da un subidón… para que las que no estén acostumbradas a maquillarse, igual se ven raras, pero hay colores más claritos que también duran mucho.
Estos cinco pasos son un básico imprescindible para parecer personas. Si ya queréis ir más allá y os atrevéis, pasamos a la fase de restauración total.


Arma número 6: el lápiz de ojos o momento Pantocrator
Elegid un color que vaya bien con vuestro color de ojos, no tiene porqué ser negro y trazad una línea siguiendo la de las pestañas superiores, ni muy gruesa ni muy fina, siempre desde fuera hacia el lagrimal. En las pestañas inferiores basta con repasar con mucho cuidado y suavemente como uniendo las pestañas y listo que nos conocemos y como se os vaya la mano parecéis el Pantocrator ese que estudiábamos en B.U.P. en historia del arte. La waterline o línea por dentro de las pestañas yo directamente no la soporto, me empiezan a llorar los ojos y además, los hace parecer más pequeños, con lo cual queda totalmente descartada. Son muy prácticos los lápices tipo estilográfica, yo tengo de Kiko y de Essence.

Con esto ya deberéis estar arrebatadoras, y debería ser suficiente para arrasar, dejaremos para otra entrega el nivel superior. No me valen excusas baratas, todas podemos, todos los productos son asequibles y testados en una servidora, que además es usuaria de lentillas y con piel atópica. Id practicando que se acerca el acontecimiento del año y para la operación bikini ya poco podemos hacer, así que, al menos llevaremos buena cara. Madre prevenida vale por dos.

jueves, 3 de abril de 2014

El día que el Mister se metió a decorador de interiores

 

Mucho tiempo llevaba yo sin hablar sobre el Mister, que todos sabéis es el principal motivo de inspiración de este blog, y que tan buenos ratos nos concede, sobre todo a mí.
Pongamos que el Mister viene de una familia numerosa, muuuuuuuy numerosa, donde predomina el género femenino, no os digo más que tiene 7 hermanas, como Blancanieves pero de estatura normal. Cómo han llegado a la vida adulta el Mister y su único hermano varón sin odiar al género femenino, es un misterio de la humanidad, pero en algunos momentos explica ciertas manías que tiene, como por ejemplo con la decoración.
Yo no he visto una cosa igual en mi vida, se ve que el pobre tiene un trauma de la infancia o algo así porque nunca ví un hombre más interesado en la decoración de una casa. Hasta hace poco Lasniñas compartían cuarto, en la casa antigua porque no había más remedio y en la nueva porque pensamos que estaban muy bien juntas y además su cuarto era el más grande de toda la casa. Un buen día, Lamayor empezó a reclamar espacio propio y me preguntaba que cuándo había tenido yo un cuarto para mí sola, a lo que respondí que NUNCA, primero dormí con una hermana, luego con otra y luego con el Mister, pero bueno, que se puso tan pesada, que accedí. Decidí cederle el cuarto de estar de Lasniñas y convertirlo en su habitación. Hasta ahí todo normal. Me costó convencer al Mister pero saqué toda mis artimañas, desplegué todos mis encantos y fue pan comido.
Además no había que invertir apenas dinero, pues me traje una cama nido y un escritorio de casa de la Abuela. La temática vino cuando llegó el momento de los textiles, ponemos la cama, y el Mister le dice a la niña que con una tela que tiene le va a hacer una colcha preciosa… Alguna vez ha salido por aquí el problemita pre-diógenes que tiene el Mister, verdad? El caso es que no sé de dónde sacó una tela, que a él le encantará pero a mí me pareció sencillamente espantosa, de cuadros de colores…. Madre mía la cara de horror de Lamayor cuando la vio, era la típica colcha para un cuarto de chicazo de 15 años, ahí entendí que él quería montar el cuarto que nunca tuvo, al más puro estilo Carlitos de Cuéntame.
Mi reacción fue: “tú estás de coña, no?”
-“Pues no, esta tela es preciosa y le voy a encargar una colcha que le va a quedar súper bien”...
-“Pero a la niña no le gusta, cariñooooooo a qué no te gusta, di la verdad”
- “Cómo no le va a gustar, con lo bonita que es”
Ahí empecé a transpirar, el tío iba en serio, estaba dispuesto a ponerle “eso” en la habitación, la niña me miraba con cara de horror, se mascaba la tragedia...
Y entonces él cometió su primer error, que fue decir: “y si no le gusta se aguanta, porque en mi casa toda la vida en temas de decoración se ha hecho lo que ha dicho mi madre y nadie ha rechistado”
Yo (con sonrisa angelical): "Pues eso exactamente vamos a hacer, lo que yo diga porque la madre soy yo".
Ahí claudicó y nos dejó hacer, eso sí protestando por lo bajo que odiaba el rosa, que Laniña se iba a cansar en seguida y le iba a venir de rodillas pidiéndole la colcha de cuadros…. Ese día no creo que llegue jamás, pero de ilusión también se vive.
Así que Lamayor y yo nos fuimos juntas de compras, un edredón color fresa, cubrecanapé, sábanas y fundas de rayas, unos cojines cuquis y una alfombra hippi-chic, y damos la bienvenida a la pre-adolescencia, que seguro que da mucho juego, Lamayor está tan contenta con su cuarto nuevo y yo también porque me lo pasé bomba poniéndole el cuarto. Con mucha paciencia y kilos de blue-tag se ha decorado el armario por dentro con fotos de todos sus ídolos, al más puro estilo ChikaPerika, en eso no ha salido a mí.
Los cerditos gemelos de color rosa que se ven en la foto son de Teresa, su blog Latiti no puede ser más ideal. 
Y éste ha sido el resultado


Tengo que deciros que el Mister, terco como una mula, mandó hacer la colcha y la tiene escondida (para-que-yo-no-se-la-tire) en su pre-diógenes particular con nosécuántas cosas más
Lapequeña está agazapada, más lista que el hambre es, se ha quedado con el cuarto más grande, sus palabras fueron: “si se quiere ir ahí tiene la puerta, pero de mi cuarto no se lleva nada” y como ahora tiene más espacio se ha montado hasta un futbolín. Ha dicho que si al Mister le hace ilusión, ella se queda la colcha de cuadros para ponerla en verano cuando quitemos la de invierno. Ya le sacará algo a cambio.