Hubo un tiempo en que Miss Airgam fue niña, un tiempo muy muy lejano en el que sólo había 2 canales de televisión, en muchas casas en blanco y negro, no había vídeo, ni DVD, ni ordenadores, ni móviles, ni nada parecido, lo que sí había era Navidad y también mucha ilusión. En ese tiempo tan lejano había juguetes, pero Dios mío, qué juguetes, algunos eran más una venganza que otra cosa. Con la Navidad a la vuelta de la esquina como quien dice, me apetecía hacer este homenaje a las navidades de cuando éramos niños y recordar esos juguetes de nuestra infancia que tan buenos momentos nos han proporcionado.
El Cine-Exin, bueno, más que un juguete eso era un invento del demonio. En mi casa tengo que decir que se rompió exactamente el día que lo estrenamos, yo lo abrí, emocionada y nada más abrir la caja y ver que traía sólo 2 películas ya pensé: “¿pero qué mierda es ésta?”, qué vamos a poner aquí cuando ya hayamos visto las 2 películas?” Porque de otras pelis no se hablaba en ningún sitio. El caso es que tras muchos esfuerzos por parte de mi padre y algún mecagoentodoloquesemueve, consiguió poner la película que más que una película era un horror que iba a cámara lenta mientras tú le dabas vuelta a una ruedecita (os juro que no es coña) para que pasaran las imágenes. El caso es que cuando acabo la peli aquello hizo chis-púm y a tomar por culo, nunca más volvió a funcionar… vamos que la segunda peli nunca la vimos…. Ante la cara de horror que pusimos mi hermana y yo (se mascaba la tragedia), mi padre nos dijo: “no pasa nada, si lo guay de este juguete es que te sientas delante de la tele y mueves la ruedecita y te imaginas que la películas la estás poniendo tú….” Con un par…. Juguete de mierda número 1.
Otro juguete interesante también era un muñeco que se hacía pis encima, no sé porqué lo de hacerse pis era muy importante, sino tenías un muñeco meón no eras nadie. El caso es que al muñeco le dabas el biberón, y luego le tenías que poner corriendo sentado en un orinal porque bebérselo y mearse era todo uno, , tiempo de espera de digestión no tenía el pobrecico, lo suyo era más bien incontinencia. Y digo yo, los fabricantes, la asignatura de anatomía la suspendieron, no? tenía un agujerico en el mismísimo y por ahí le salía el agüilla, una porquería vamos, luego siempre se le quedaba agua dentro que a mí me daba un asco…., así que para sacársela le quitaba una piernecilla y lo ponía a escurrir en el bidé, todo glamour, vamos, el caso es que tantas veces le saqué la pierna que ya se le quedó como floja y cuando le daba el biberón que ya opté por dárselo desnudo, a mí no me daba tiempo a desnudarlo, lo tenía todo el día en pelota picada, se meaba pero directamente por la pierna,…. Juguete de mierda número 2.
Y por último y no por ello menos importante, el juguete de Química, que era algo muy interesante para pirómanos en potencia, era un juguete más masculino, por así decirlo, por suerte, yo tenía primos chicos y ahí todo un mundo de posibilidades… era un juguete aparentemente guay, todo lleno de botecitos que riete tú del maletín que llevan los del C.S.I., esto no tenía nada que envidiarle. Lo abrías, te leías las instrucciones y aquello parecía el manual del perfecto terrorista, hacías una bomba fétida (que era auténtica, no había manera de acabar con aquel olor) y un petardo, que explotaba de verdad, a continuación si quedaban supervivientes, venía el adulto de turno, le arreaba una bofetada al primero que se le ponía a tiro y clausuraba el juguete de por vida…. y no estamos traumatizados ni nada, el juguete molaba pero duraba exactamente un día, luego nunca más lo volvíamos a ver. Juguete de mierda número 3.
Y ahora, homenaje al juguete más moderno de nuestra época: yo que crecí viendo Heidi y Mazinguer Z, tuve el privilegio de jugar con la consola del jurásico: a mis primos les trajeron una consola de videojuegos que era más grande que la tele y al enchufarla podías jugar al tenis….einsssss? ¿al tenis? El juego consistía en que en la pantalla “negra” de la tele, dividida en dos por una línea blanca había dos rayitas, blancas también, viva el minimalismo, una para cada uno de los jugadores, la pelota era un punto, blanco también, que iba de un campo a otro y tú tenías que darle con la rayita…. Vamos, igualito que el Tenis Gran Slam al que juegan ahora mis hijas….. pero eso era lo más de lo más… p’haberse matao….
Podría seguir así hasta el infinito y más allá, con este momento revival de Cuéntame, pero casi que mejor lo dejamos y me voy de vacaciones que me hace muuuuuuucha falta. Feliz Navidad a todos…., qué lo paséis fenomenal y que os traigan muchas cosas Santa Claus, los Reyes Magos o la madre que os parió, lo importante es la ilusión. Besos