Hay un momento en todas o casi todas las familias en las que se pasa por una prueba crucial, una experiencia traumática donde las haya, que si la superas sin secuelas puede decirse que eso es amor del bueno y lo demás son tonterías, y es: la mudaaaaaanzaaaaaaa (con voz de película de miedo). Y como en Airgam House no iban a ser menos, vivieron su momento mudanza, por supuesto, con más o menos visicitudes, discusiones, pulsos, ahora cedo yo, ahora tú, por ahí no paso, eso ni muerta…. y demás. Una vez hecho el reparto de habitaciones, con sangre, sudor y lágrimas, decidido el color de las paredes y que gotelé sería erradicado de sus vidas por siempre jamas, vinieron las visitas a Ikea, Leroy Merlin y demás submundos de la decoración low-cost. Que si yo quiero un Ektorp, que no mujer, que abulta mucho, que si mejor un Kivic, que si aquí ponemos unas billys que vanaquedarideales, yo ahora quiero una tele más grande, pues entonces yo quiero el Ektorp… y así hasta la saciedad. Finalmente llegó el día del traslado o mudaaaaaanzaaaaaaa (con voz de película de miedo) y con todos los muebles, que hubo que transportar en 3 camiones (sí, habéis leído bien, 3), llegó el desembarco y el vivir entre cajas que aquello no se acababa nunca, Miss llegó a pensar que las cajas se habían colocado por parejas y estaban procreando porque parecía que cada vez había más. Pasó el tiempo y las cajas iban desapareciendo, cada vez quedaban menos y se veía más trozo de suelo, hasta que llegó un día en el que ya sólo quedaron 2 cajas, una en el salón y otra en el cuarto de Mister, porque sí, amigas, Mister tiene un cuarto para el sólo o eso cree él porque como es donde está el ordenador, pues en realidad es el cuarto del ordenador. Corría por entonces el mes de agosto y Miss como estaba hasta el mismísimo moño de las cajas y agotaíta perdía pensó: “Nos vamos de vacaciones que me hacen falta como en la vida (no sé porqué pero todos los años se piensa eso), y ya a la vuelta deshacemos las 2 cajas que faltan”… Ja….
Pero volvieron de vacaciones, empezó el cole, guardaron la bolsa de la playa y las toallas, sacaron los cuadernos y los libros, llegó el otoño y la caída de la hoja y Miss viendo que las cajas empezaban a formar parte del paisaje cotidiano y se quedaban a vivir, empezó a amenazar con tirarlas el día 1 de enero, por aquello de año nuevo vida nueva. Al final sólo se deshizo la caja del salón y porque estaba en el lugar en el que iban a poner el árbol, que si se descuidan allí sigue, como soporte del árbol para Navidades venideras. Pasó Navidad, llegó la primavera, luego el verano, se acabó el cole, se fueron de vacaciones y hete aquí que va a llegar la segunda Navidad en Airgam Home y la puta caja sigue en el cuarto de Mister. Miss sigue amenazando con tirarla o prenderla fuego, pero ya con menos ganas, yo creo que Mister le ha cogido cariño, es como cuando el hombre pisó la luna y puso la bandera, el caso es que ahí está, acumulando polvo. Y pensaréis, ¿qué tendrá la caja?, pues Miss en realidad no lo sabe muy bien, pero lo sospecha, se ven asomar cables, muchos cables y yo me hago la siguiente pregunta: ¿qué les pasa a los hombres con los cables? Les debe dar seguridad o algo así porque acumulan y acumulan cables, que por cierto, ¿para qué sirven los cables? A ver, qué hombre que se precie no tiene en su casa o en el trastero una caja con cables o una bolsa con cables aunque sea del Carrefou? Si no es así, sospechad de ellos, no son normales… y no se te ocurra decir que los vas a tirar o decir con cara de asco: ¿qué es esto?, saltan como Gollum: “son míooooooosssssssss”, pobrecicos, con qué poco se conforman. Luego en la caja también hay varios “porsis” un teléfono (roto) “porsi” se estropea el que sí funciona; una regleta para enchufar (rota también), “porsi” un día hace falta; en fin, para que veáis que no miento, me he colado en Airgam Home y he traído un testimonio gráfico.
Vosotros creéis que esto se puede aguantar? Una santa es lo que es Miss Airgam, hombre ya, ahora que creo que de esta Navidad no pasa y cuando le dé la furia limpiadora que le acontece de vez en cuando, que igual coincide con la hora de guardar los adornos navideños, la puta caja se va a la basura como hay Dios, con todos los “porsis”…. Porsi a ella le da un parraque cualquier día y en un ataque de estos que se le hincha la vena le da por prenderle fuego directamente…..
Basado en hechos reales