La Monstruación

 

El motivo de este post es un tema que está muy presente en nuestras vidas, sé que no es un tema muy agradable, ni trendy, ni glamuroso, pero… alguien tenía que abordarlo, así que, tras un tiempo pensándolo y dado que yo soy anárquica y básicamente escribo lo que me da la gana, pues ahí va. Y pensaréis, cómo es que le ha dado por ahí a esta chica en tal día como hoy, pues os explico, ayer estaba yo con un noséqué que me corroía por dentro, una sensación de síperono, vamos, que no me aguantaba ni yo misma, tuve un día agotador y por la tarde, cuando ya iba a ponerme el pijama….. ahí estaba, la regla….. y en ese momento entendí todo, porque no nos engañemos, aunque digamos que la regla no nos afecta, es como cuando decimos que el chocolate negro no engorda, MENTIRA. Nos afecta y mucho. Hace poco viendo un capítulo de Modern Familiy (mi serie de cabecera) el niño decía que la madre y las hermanas estaban “monstruando”, y estoy completamente de acuerdo. Nos monstruamos un poco, al menos yo, que ayer estaba de una mala leche que me cogía todo el cuerpo. Eso por no hablar de la sensación de haber engordado, mi amiga Anabel dice que no es una sensación, que es real, y que se engorda hasta 2 kilos, yo por aquello de hacer todo a lo grande, creo que engordo 3 por lo menos. Si ya de por sí una venía bien dotada de serie, imaginaos, con el síndrome premonstrual, vamos para pegarme un tiro en la sien, mal día para ir a comprar un bikini, a menos que lo que vayas buscando sea un bikini tobi-soba (de los tobillos a los sobacos) o un burkini, que oye, igual se ponen de moda, nunca se sabe.

El síntoma siguiente cuando ya está ahí “la cosa”, es una sensación extraña que más que dolor es molestia, al menos en mi caso, la descripción exacta es como si tuvieras un enanito colgado de los ovarios, no duele, pero jode. Al llegar la noche los enanitos son 2, el segundo te patea los riñones. Y una mala leche exuberante inunda tu cuerpo, parece que todo te molesta, Tampoco es buen momento para ver una peli de las tiernas porque te hincharás a llorar como una magdalena por cualquier tontería, mientras tu Mister te mira acojonado desde la otra punta del sofá pensando que un extraterrestre ha ocupado tu cuerpo. Si se le ocurre pregúntate “Qué te pasa?”, tú responderás: “Naaaada” entre hipidos y sonar de mocos. Casi es mejor decirle la verdad: “Cariño, estoy monstruando”. Un buen plan para “esos días” es irte de cañas con amigas.

Otra cosa es la cantidad de falsos mitos que han rodeado de siempre a este tema. Yo he oído de todo, sobre todo de boca de las abuelas, se supone que no puedes lavarte la cabeza (einssssss?), ni hacer mayonesa porque se corta, la mayonesa, no la regla si fuera así nos pondríamos a hacer todas mayonesa como si no hubiera un mañana, ni tampoco darte las mechas porque no te suben (quéeeeee?), pero qué sarta de estupideces es esto, ya puestos a inventar, se podían haber inventado que con la regla no puedes hacer la cena, ni planchar, ni poner la lavadora porque se atasca.

Y lo peor es cuando eres pequeña y se va acercando la fecha en la que entras en edad próxima al “evento”, intentan disfrazar lo inevitable llenándolo de una magia que no existe, “ya verás qué ilusión, ya eres mayor, vas a ser una mujercita”… yo recuerdo que nos dijeron en el colegio: “es una alegría muy grande porque significa que ya eres mujer y puedes ser madre….” con dos cojones, y yo que siempre he sido muy descreída pensé: “Y una mierda, es una de tantas engañifas para descafeinar el coñazo inevitable que se te viene encima”, porque el cuerpo humano, yo creo que está mal hecho, qué necesidad hay que sufrir aquello antes de pongamos, los 25? Y la publicidad de los artilugios para ese momento no tienen desperdicio tampoco. Os acordáis de un anuncio de compresas que estaba una chica en el instituto y venía una tipa vestida de rojo más fea que un demonio que la seguía a todas partes y al final le decía: “soy tu mejor amiga… tu menstruación”, pues no, porque tú eres la monstruación y no tienes amigas. También era muy bueno el famoso eslogan de: “¿A qué huelen las nubes?… “, pero estamos locos o qué, a qué van a oler? A “eso” desde luego NO.

En esto como en tantas otras cosas tengo que dar la razón a mi santo padre que lo llamaba: “La maldición”. Ahora que cuando no te viene, casi es peor, qué incertidumbre, qué desasosiego, qué ganas de darte al alcohol….  yo he tenido 3 retrasos en mi vida, dos tienen nombre y apellidos y el tercero debí apuntar mal la fecha, pero fue la semana más larga de mi vida… vamos, que no se sabe qué es peor, porque en el fondo, las mujeres no estamos contentas con nada, o con casi nada. Hala, hasta la próxima monstruación, yo hoy no estoy para nadie, voy a ver si me arrastro hasta el sofá y Mister me hace la cena....