Si quisiéramos hacer una clasificación de
tipos de marido podríamos hacerla basándonos en una cuantas cosicas, y una de
ellas podría ser el tipo de regalo que hacen. He llegado a esta reflexión no
porque acaba de ser de mi cumpleaños, no, ha sido por
purita casualidad. Yo es que cada año es acercarse la temida fecha y echarme a
temblar cual hoja mecida por el viento. Y es porque en el reparto de maridos a
mí me ha tocado el que regala poco, qué le vamos a hacer, otras virtudes tiene,
que son muchas, pero en esa precisamente, pues falla, nadie es perfecto.
Y no penséis que he recibido pocos regalos en
los casi 14 años que llevamos juntos, no, digamos que han sido variopintos, por
decir algo. Él no es de regalar sin motivo aparente ni sin aparentar, es más de
no regalar, lo que se traduce en el siguiente mandamiento: no recibirás regalo
alguno sin venir a cuento, es decir, que si no es tu cumpleaños o Reyes, no
recibirás absolutamente ningún regalo, pero vamos, ni un chupa-chups.
Un año por Reyes debajo del árbol había
multitud de regalos y de repente dice una niña: a mamá le han traído un sobre,
se hizo un silencio sepulcral en el salón, la tensión se podía cortar con un
cuchillo, abro el sobre y …. tatachán…. ¿Qué me encuentro? Una hoja de papel
donde pone: Vale para las rebajas…. Con dos cojones…. Sobra decir que me fui a
las rebajas, vaya si me fui, y conociéndome, que una es débil cuando siente la
llamada del shopping, fui a una tienda carisisima y arrasé, ni que decir tiene
que por supuesto Mister se hizo el loco y nunca me pagó lo que me gasté en las
rebajas.
Otro año me trajeron “Los Reyes” una bicicleta….
¿una bicicleta? Pero en qué momento de la vida he pedido yo una bicicleta,
vamos a ver. Cómo hemos pasado de “me pido una cazadora de cuero” a “me han traído
una bicicleta….” que me lo expliquen porque no lo entiendo…
Una que es de naturaleza bondadosa, hasta que
me hinchan los mismísimos, le he dicho en numerosas ocasiones, poniendo la voz
de pedir (voz melodiosa tipo Blancanieves cantando con los pajarillos): “Cariño,
si es muy sencillo, ve a Massimo Dutti y compra cualquier cosa, sería realmente
difícil comprar algo que no me guste, y si tuvieras esa mala suerte, que ya es
complicao, siempre lo puedo cambiar”, pues él nada, ha debido ver en algún
programa de esos que le encantan de la tele que traspasar el umbral de algunas
tiendas puede producir impotencia, porque no hay manera.
Otro día cuando aún no teníamos niñas, se va a
comprar el pan y vuelve con una bolsa de las del pan y me dice: “Te he traído
un regalo, es un jersey me ha costado superbarato”
Lo abro y veo un jerseicito sencillamente
espantoso… ante mi cara de horror me dice: sólo me ha costado 1 euro…. Sin
comentarios, un euro tirado a la basura, que es donde fue el jersey. A
continuación me dijo: “desde luego, eres tremenda, no te vuelvo a comprar nada
sin venir a cuento” y lo ha cumplido a rajatabla.
El año pasado por mi cumpleaños me regaló:
nada, se fue de compras y se compró una bicicleta para él, y cuando vino y le
dije: “pero es mi cumpleaños, no el tuyo” me miró tan campante y me dijo: “Ah,
se me había olvidado, no te habías comprado unas botas por internet?, pues ya
está, ése es el regalo” pa matarlo-matao.
Reconozco que un año me compró por Reyes un
chaquetón ideal que me pongo bastante, de sus regalos ha sido el que más me ha
gustado con diferencia y cuando le pregunté cómo se le había ocurrido, me soltó:
Pues fui a comprar tu regalo el día 5 por la noche, ya estaban a punto de
cerrar y cogí lo primero que ví, cuando fui a pagar y ví lo caro que era me dio
vergüenza decir que no me lo llevaba. Eso y que pensé que si no tenías regalo
me ibas a matar…” sinceridad ante todo, olé mi niño. Creo recordar que fue
justo el año siguiente al vale para las rebajas.
Si a estas alturas del post habéis perdido ya
la esperanza, hombres y mujeres de poca fe, yo no, porque Mister aprovechó el día
sin IVA y fue al Mediamarkt, me ha comprado un ebook, y se le ha ocurrido a él
solito, sin que nadie le dijera nada, ha estado estrujándose el cerebro para
dar con el regalo perfecto para su amada esposa y tras muchas visicitudes y
quebraderos de cabeza ha llegado a la conclusión de que lo que más me podía
apetecer era eso.
Bueno, vale, confieso, es mentira, no se le ha
ocurrido a él solo, se lo he pedido sólo unas 200 veces, y no ha sido sorpresa,
lo ha confesado él porque el ticket sólo duraba 14 días y no se acordaba muy
bien si mi cumpleaños era el 16 o el 17…. Jajaja, a estas alturas sólo puedo
decir que me descojono viva…. Él es así, más monooooooooo, le han tenido que
salir ronchas de gastarse todo ese dinero, pobre… porque además también es el
cumple de Airgamita Mayor y le ha comprado un ipod touch, cuando me llamó a
decirme que ya tenía el regalo estaba casi hiperventilando, me parto y me
mondo.
Este post está dedicado a Mister, sin él este
blog en particular y la vida en general sería un aburrimiento absoluto. Besos
cariño, te quiero, me ha encantado el regalo.