Risitas histéricas, música sensiblera a
todo volumen, fotografías de ídolos musicales y actores por toda la habitación,
cambios bruscos de humor, llantos sin motivo aparente, encierros en el cuarto de baño, no es una nueva
pandemia, es la preadolescencia.
Bienvenidos a esta etapa en la vida de
nuestros hijos en la cual harán todo lo que esté en su mano para volvernos
absolutamente locos. Si pensabas que los cólicos del lactante eran lo más
desesperante que te podía pasar, espera a oir cada mañana: “No tengo nada que
ponerme”, “tengo el pelo fatal” o "yo así no puedo salir a la calle".
La preadolescencia es esa etapa
maravillosa en la que aún no han dejado de ser niños pero se creen que son
mayores, qué Dios nos pille confesados, y ¿qué podemos hacer? Pues poca cosa,
armarnos de paciencia e intentar llevarlo con dignidad.
Ayer en casa de unas amigas de Lasniñas
presencié una escena propia de cualquier culebrón, dos hermanas discutiendo por
un tablet, que si es mío, que si papá dijo que era para las dos, que si hoy me
toca a mí, que no que a ti te tocó ayer, eres una egoísta, y tú más, qué
desgraciada soy, así 10 minutos hasta que una cedió: “vaaaaaaaale, si tan
importante es para ti, úsalo tú hoy”, automáticamente la otra empezó a hacer
pucheros y con los ojos arrasados en lágrimas se abrazó a la hermana diciendo:
“eres la mejor hermana del mundo, ya no lo quiero, quédatelo túuuuuuuuuu”, y la
otra llorando también, “no, tú, te lo dejo, cuánto te quieroooooo”, la madre y yo nos mirábamos,
alucinadas, y optamos por tomarnos una cerveza, al final ni para ti ni para mí.
Pues numeritos de este tipo van a suceder ante nuestros ojos más o menos una
vez por semana, así que más vale pasarlos en buena compañía.
Otra frase que últimamente se oye por
cada unas 10 veces diarias es: “No es justo”, nada es justo, ¿qué hay de comer?
Judías verdes y filete…. Jooooooo, no es justo, ya comimos judías verdes hace
15 días…. Y así hasta el infinito y más allá, da igual lo que hagas, siempre
habrá algo que no será justo.
Si antes el problema era que no comían
bien o que no dormían, ahora viene el acné, las espinillas, la regla, la
depilación y un sinfín de cosas por el estilo que no quiero ni pensar. Iremos
enfrentándonos a los problemas según vayan apareciendo.
Van a querer salir solas, sí, habéis leído bien, solas a la
calle, así, a lo loco, a mí es que se me abren las carnes. El primer día que
salieron las niñas tuve que salir yo también con las madres, del sinvivir que
teníamos, fue una de las peores tardes de nuestra vida. Ahora, que pasándola
juntas logramos mitigar un poco la desazón que nos reconcomía por dentro.
Además entran en una dinámica que nada
les parece suficiente, si las dejas salir un rato, luego quieren cenar todas
juntas, si las dejas cenar todas juntas, luego quieren dormir todas juntas en
una casa, si las dejas, entonces quieren pintarse las uñas de las manos y de
los pies… Un día las dejamos y cuando el padre de la casa donde estaban entró
en el baño casi cae fulminado ante la peste a esmalte y a quitaesmalte mezclado
con olor a humanidad que había, imaginad 4 preadolescentes en plena revolución hormonal, metidas en un cuarto de baño pintándose las uñas una y otra vez…. Yo cuando ya no puedo más suelto
una frase de mi padre que me ponía negra cuando la oía de pequeña, porque era
señal de que el frenesí de juerga contínua tocaba a su fin: “Cada mochuelo a su
olivo".
Como comprenderéis cuando Merak contactó
conmigo para proponerme participar en este carnaval de blogs sobre la vida del
preadolescente en conflicto, me pareció fenomenal.
Mientras escribo este post, Lapequeña y
su amiga que ha dormido en casa, lanzan risitas histéricas no sé porqué,
mientras cantan a pleno pulmón la última de One Direction, han tardado 2 horas
en ducharse y vestirse porque “no sabían qué ponerse….”, creo que no se han
peinado, pero sinceramente, me da igual. Y no me atrevo a asomarme a la
habitación de cómo puede estar, y sólo tienen 11 años, la que nos espera…
Este post participa en una iniciativa que ha puesto en marcha Merak Luna, llamada #hayvidadespuesdelos6 en la cual
contaremos qué pasa cuando los niños ya no son tan niños, os dejo enlace a su
blog, Ciclogénesis Implosiva aquí y si os animáis a participar podéis contactar con ella. Espero que os
guste.
Las imágenes las ha sacado el Mister de estas webs: aquí, aquí y aquí
Las imágenes las ha sacado el Mister de estas webs: aquí, aquí y aquí
Jajajaaaa me río pero con el estómago encogido, porque mi hija está empezando a entrar en esa etapa. No puedo participar porque aún no tiene 6 años, pero os leeré a las demás para aprender sobre la que me espera. :)
ResponderEliminarClaro, idsfruta mientras puedas, aún están en las puertas, jajaja
Eliminarcreo que me voy a divertir mucho con estas entradas, qué recuerdos! xD
ResponderEliminarSí, antesdeayer como quien dice éramos nosotras las adolescentes en conflicto, jajaja
EliminarJaajajajaja...! He visualizado la escena de los llantos y las madres, atónitas, que optan por tomarse una cerveza. ¡Qué gran imagen humorística! :-)
ResponderEliminarMi familia era más de "cada oveja a su corral" como fin de fiesta. Frase tan desalentadora como la de los mochuelos. Esto promete...
Sí, promete y mucho, el tema va a dar mucho juego. Yo encantada de participar, cuantas más mejor. Besos
EliminarJajajá. Yo tengo una de dos y espero otra. Cuando me dijeron que era otra niña, ya me eché a temblar esperando ese momento ;)
ResponderEliminarBueno, no sé qué es peor, si esto o el momento me sale bigote pero no me afeito.... al menos te podrás ir con ellas de compras, jajaja
EliminarJajajaja, que miedo me da!! Desde que nació el peque estoy temiendo la adolescencia, hasta que me informaron que antes llegaba la preadolescencia y ufff algo ya la he sufrido y más con la contestación del peque: "¿Qué quieres que le haga si soy un preadolescente?" jajajaja y ante esa respuesta ¿qué le contestas? Vamos que creo que se me avecina un pavo difícil que tendré que superar no se bien como jajaj
ResponderEliminarPues así estamos todas, esto es un sinvivir, es que son tremendos. Gracias por el comentario. Por cierto, riquísima la tarta que hiciste para el cumple de Olivia
EliminarBueno chica, yo pensaba que mi peque era peque, pero ayer me dí cuenta de que ya es casi casi una adolescentilla... ains!!! si es que a los peques no se les va tanto el plumeril.... Os apoyo en todo e intentaré publicar junto a vosotras. :)
ResponderEliminarBesos
Qué bien, claro, únete a la causa, cuantas más mejor. Gracias por el comment. Bss
EliminarAy, con la pereza que me han dado a mí siempre los adolescentes, hasta cuando yo era adolescente ;-)
ResponderEliminarY tú por lo menos tienes niñas, yo tiemblo de pensar en mis dos dothrakis adolescentes...
Un beso guapita
Sí, es para echarse a temblar, lo llevaremos con dignidad, jajaja. Te veo en La party, verdad? besos guapa
EliminarQué te puedo decir mi querida Olga,... eso que dicen que por fortuna los míos son chicos y me liberare, lo dicen sin saber. .. anoche ElMayor no quiso cenar con nosotros porque: necesitaba estar sólo! Y eso con 10 años. .. sibes que lo que nos falta es poco. ...
ResponderEliminarJajaja, ay qué bueno, qué necesita estar solo, eso me suena, y lo de "necesito mi propio espacio", madre mía, esto no ha hecho más que empezar. Un beso guapa
EliminarJajaja, es para volverse loca, pero menos mal que es una etapa. Que dura un montón, sí, pero sólo una etapa. :p
ResponderEliminarSí, meno mal. Por eso es mejor tenerlos segujiditos, para pasarla toda de una vez
EliminarTal cual....... Es que he visto a mi niña y sus amigas hormonadas......
ResponderEliminarNos seguimos leyendo!!!!!!!!!!
Síiiiii, que este tema va a dar para mucho, te lo digo yo, jajaja
EliminarEse "no es justo" creo que debe venir impreso en el código genético de la raza humana porque, de lo contrario, no entiendo cómo todos pueden repetirlo como autómatas! Lo de las hormonas es algo que a mí me tiene preocupadita, porque la mía sé que va a estar rebosante de ellas. Se lo noto a nivel físico, así que en el plano mental ni te cuento. Ummmm voy a empezar a meditar, a ver si alcanzo un estado zen óptimo para enfrentarme a ello...
ResponderEliminarLa verdad es que confieso recordarme a mí misma todo el día co lo de "no es justo". Yo creo que una cervecita siempre ayuda a alcanzar ese estado zen óptimo del que hablas y que tan necesario va a ser para lidiar con este tema. Besos
Eliminarhormonas!!! nooooooo!!! es que si saca de las mías estamos jodidos.
ResponderEliminarAún no llegamos a la adolescencia y M2 está de drama queen total, que los dioses nos amparen jajajaja
Pues efectivamente que los dioses nos amparen y que pase pronto
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