jueves, 5 de septiembre de 2013

Bye bye summer

Ya se acabaron las vacaciones y estamos de vuelta con las pilas cargadas, que anda que la vuelta a casa la podían cancelar, no? Por qué no inventan algo para que una vez que se te acaban las vacaciones cierres los ojos y ¡zas! de repente, teletransportado a la rutina, porque el periodo intermedio es un poco tremendo. Yo el sábado estaba tan feliz en la playa aprovechando al máximo las últimas horas, los últimos minutos de mar y sol, ya no me molestaba ni la arena, casi me dieron ganas de rebozarme haciendo la croqueta, bueno, no, que tampoco hay que pasarse, eso no, pero a que el último día de vacaciones el mar parece más azul, el cielo más luminoso, la playa más bonita,… en fin… Luego está el momento terrorífico de hacer las maletas, que parece que la ropa ha aumentado de volumen en vacaciones, como que abulta más, no? No hay manera, además es que las haces como con desgana, vamos con una mala leche que te coge todo el cuerpo. Lo metes todo en el coche como puedes, que igual lo que pasa es que el maletero del coche también ha encogido, eso o que está lleno de arena, que también podría ser. El caso es que lo metes todo a presión y te dispones a volver a casa atravesando esos campos de Castilla, que serán preciosos para quién le guste la aridez pero que a mí me resultan pelín deprimentes. No han transcurrido ni 10 minutos desde que te has montado en el coche y tus retoños empezarán a repetir cada rato: “Cuánto falta? Cuánto falta? Cuánto falta?.....” así hasta que leguéis a casa. Es el momento en el que te arrepientes de no llevar DVD en el coche y piensas que del año que viene no pasa comprar uno. Con suerte al poco se duermen y te dan una tregua de una media hora al menos en la cual no sentirás que te va a explotar la cabeza. Si no hay suerte, no se duermen ni narcotizándolos. Si se diera el caso de que escuches: “creo que me estoy mareando…”, y no llevas una bolsa a mano, échate a temblar, puede que esta frase vaya seguida de un vómito en modo aspersor, igual puedes frenarlo a tiempo con el consejo de abrir la ventana y que saque la manita un poco para que le dé el fresco. A mí este año me ha funcionado. Mister pretendía hacer el viaje de un tirón a lo que yo me negué en redondo con el pretexto de tener que ir al baño, que fui, previa visita a la barra del bar para calzarme un pincho de tortilla de aúpa regado con una cerveza XXL, por aquello de no entrar en barrena. Por fin llegas a TU CASA, así con mayúsculas, porque como decía mi abuela: “Ay hija, cómo se está en la casa de una…. no se está en ningún sitio” y va a ser verdad, porque nada más entrar te parece como todo mucho más grande. Esparces las maletas por el pasillo y empieza la lucha contra la arena, que te ha cogido cariño y sale por todas partes. Cómo es posible que tenga arena en los bolsillos de un vaquero que jamás bajé a la playa? La ropa huele como raro, a una mezcla de humedad encerrada, que no sabes si lavarla toda o prenderle fuego, yo por la crisis he optado por lavarla toda, ahí da comienzo el maratón de lavadoras. Llegado este punto si no te has cortado ya las venas o te has dado al alcohol, y vives en Madrid te lanzas sobre el grifo para beber agua como si no hubiera un mañana, no sé si porque está buenísima o por la sequedad ambiental de la que disfrutamos en esta ciudad. Automáticamente empieza a caérsete el moreno, lo mejor es no lavarse o lavarse poco, porque en cada ducha perderás a pasos agigantados ese moreno dorado que te costó 15 días conseguir y que permanece estable en tu cuerpo unos 15 minutos. Y no penséis que se va de la misma forma que vino, despacito y de manera uniforme, no, se va a trozos, vamos más concretamente a rodales, que parece que tienes los brazos sucios. Una delicia, vamos. Yo tengo varias preguntas, a ver si alguien sabe las respuestas: ¿Por qué volvemos al trabajo con horario de invierno si afuera hace un calor infernal? Deberían poner un periodo de adaptación o algo. ¿Por qué cuando empieza el mes de septiembre se te quitan automáticamente las ganas de bañarte en la piscina? Da como pereza. ¿Por qué anuncian todo el rato colecciones en fascículos de unas cosas absurdas y completamente horribles? Yo ya estoy pensando en las vacaciones del año que viene…. Bienvenidos y feliz vuelta a casa.

5 comentarios:

  1. Lo has calcado! Qué horror es la vuelta a casa! Las lavadoras son una pesadilla. Y la penita con la que vuelves, ains. Qué gustito haber compartido unos días con vosotros. OS queremos!

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    1. Ainsssss, qué bien lo hemos pasado, me supo a poco, la verdad. Besos guapa

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  2. jajaja, feliz vuelta guapa! Voto por ese periodo de adaptacion para nosotras, sin duda alguna. Esto de volver a la readliad y una realidad mas dura que nunca, como tu bien la cuentas :D, ains... Animo que hoy ya es viernes! Un beso y buen finde

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    1. Gracias bonita. Ese consuelo nos queda, que por fin es viernes jajaja buen finde guapa

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  3. Jajajaja!! Parecia que hubieses venido en mis ulttimas vacaciones!! Fueron exactamente asi!!! Incluyendo que yo tuve que pelearme con mi perro para volver...no queria entrar al coche el tio! No sabia si drogarlo o quedarme con el en la playa...tuve que hacer lo que no falla nunca...poner salchichon dentro del coche!! Jajajaja!!

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