Como ya sabéis, tras una temporada de sacrificios (ejem) y
asistencia al gimnasio (más ejemejem), lo que no hayamos conseguido ya, poco
vamos a hacer. Si en invierno se nos hizo cuesta arriba la dieta o la semidieta,
ahora ya es misión imposible, las terracitas, cervecita, unas patatitas fritas,
unas aceitunas, por aquello de que no se nos suba a la cabeza, en fin, excusas
baratas que hacen realmente imposible mantener a raya la lorza que amenaza con
convertir nuestro verano en un auténtico infierno. Una vez que nos hemos
plantado en julio, desengañaros, aquí ya no perdemos ni un gramo, para el año
que viene habrá que empezar antes y más en serio, pero éste ya no hay mucho que
hacer, salvo, practicar la contención para que el asunto no vaya a más y la
técnica del disimulo de la lorza. Aunque parecía que no iba a llegar nunca, ya
está aquí y el bikini no engaña, esto es lo que hay, vamos a intentar pasarlo
lo mejor posible sin necesidad de recurrir al burkini.
Con unas nociones básicas os convertiréis en auténticas
expertas.
Paso número uno: practica el cuerpo a tierra, hay que
despojarse de la ropa a la velocidad del sonido para a continuación tumbarte
boca abajo, así la lorza quedará totalmente aplanada debajo del cuerpo y no se
verá, tiene la ventaja de que se te pone morena la espalda. No sirve si tu
problema es el culamen.
Paso número dos: cuando se te empiecen a dormir las caderas y/o las rodillas y ya no aguantes más, rueda rápidamente sobre ti misma haciendo la croqueta
para darte la vuelta y quedar boca arriba, con cuidado de que no se te salga una teta traicionera (a mí se me suele salir la derecha). Aunque a priori no lo parezca,
esta postura disimula también bastante
la parte del michelín, pues parece que se aplana, debe ser por la fuerza de la
gravedad. Yo reconozco que en esta postura no aguanto mucho tiempo.
Nunca, y bajo ningún concepto te tumbes de lado, pues parecerá
que la lorza cobra vida y se desparramará hacia la toalla haciéndote parecer el
doble. Tampoco es muy aconsejable sentarse, pues corres el riesgo de que el
bikini se enrolle sobre sí mismo destapando ese pequeño y odioso michelín que
se empeña en asomar.
Cuando los chorros de sudor te corran por el canalillo, te
levantas de un salto y corres hacia el agua como alma que lleva el diablo
metiendo tripa y sin respirar y te tiras al agua, allí ya puedes respirar
tranquila, con la cabeza fuera del agua claro, no vayas a ahogarte, además
puedes aprovechar para hacer unos largos. Para esta maniobra conviene colocar
la toalla no muy alejada del agua, porque como se trata de contener la
respiración hasta que lleguemos al borde no es plan sufrir una parada
cardiorespiratoria o llegar al agua con la cara completamente morada.
Lo de salir del agua es horrible, pero cuando tienes los
dedos arrugados como garbanzos y calambres en los pies, no queda más remedio,
es eso o esperar a que se haga de noche. Así que, mete tripa otra vez, contén
la respiración y a paso ligero hasta la toalla para volverá practicar el vuelta y vuelta a la plancha.
Cuando ya te duela todo el cuerpo, porque una ya no está para estos trotes, y
necesites sentarte, puedes fingir un ataque de frío y envolverte en un pareo o
incluso un corte de digestión, vestirte y huir al bar más cercano que el sol es
muy malo y no conviene abusar. Llegada esta hora y con todo este trajín, te
mereces una cervecita o dos, para hidratar, más que nada.
Hala, que os sea leve y no desesperéis, lo peor es el primer
día de piscina, luego se lleva con más dignidad y cuando lleguéis a la playa
está chupado, no sé por qué pero en la playa se te quitan todos los complejos,
siempre hay gente que está peor que tú.
Cuanta razon en tus palabras!!! El vuelta y vuelta es el pan nuestro de cada dia en la playa/piscina!!! Lo q me he reido
ResponderEliminarPues claro, de toda la vida, es un clásico, jajaja. Cualquier cosa antes que liberar la lorza traicionera, jajaja. Besos guapa
EliminarQué me dices de las hamburguesas del campo de fútbol, que yo ya llevo una esta semana...ains
ResponderEliminarbesos
Ainsssss y lo ricas que están, un poco de caridad cristiana, hombre. Jajaja, el viernes caerá alguna, no? besos
EliminarAy, a mi me da ya igual, voy a aprender a convivir con mi culo, aunque este se desparrame hacia los lados cuando me siente en la toalla.
ResponderEliminarPor cierto, si el agua fría hace encoger algunas partes, solamente es hacia los chicos?? porque a mi no me hace encoger el culo...
Anda, anda, si estás hecha una sílfide auténtica, so guapa. Besos
EliminarMe parto! Yo ya he asumido que mis lorzas de madre están ahí para quedarse. Y por "suerte" mi suegra desvía la atención hacia su anciana persona, con sus bikinis diminutos que hacen que le sobresalgan los michelines, los pechos, el culo, vamos todo. Por dios que se depile algún verano por piedad. Que luego tengo que mirarla a la cara...
ResponderEliminarMe apunto tu método para mis próximas vacaciones con los suegros! (en unas semanas. Cuenta atrás..)
Ay por diorrrrrr, qué horror, que he visualizado a una abuela con todo el felpudo, esa imagen me perseguirá mientras viva.... me parto y me mondo, qué fuerte, yo voy depilada, sólo faltaba, jajaja
EliminarPero con la cervecita unas tapitas no??....que ya que nos ponemos jaja...me ha encantado
ResponderEliminarGracias guapa. Claro, claro, la tapita es fundamental para nuestra salud mental, jajaja
Eliminarjajajajaja muy buenoooo. Yo no voy a la playa pero sí a la piscina y con esto de que hay niños.... pues toca despelotarse para meterme al agua con ellos. Eso sí, hasta el último instante no me quito el vestido piscinero, que no es plan de ir luciendo lorza
ResponderEliminarAy qué sería de nosotras sin el vestido piscinero, la túnica, el pareo y todos los trapos que nos llevamos, jajaja
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