jueves, 5 de diciembre de 2013

Noches de bohemia y hospital


Llevo unas semanas pelín raruna, pero todo tiene su explicación. No sé si habéis tenido la experiencia de tener un familiar directo ingresado en un hospital, pues yo sí, y el que no lo ha vivido no sabe lo que es. El caso es que hemos estado haciendo turnos las 3 hermanas para quedarnos con la Abuela Airgam y ya os digo yo que el tema daría para un libro. Lo primero que te llama la atención es la cama, que parece una cama, pero en realidad es un instrumento del demonio, con barreras por todos lados, como si pensaran que se les van a escapar los pacientes. Bueno, las barreras una vez que las subes ya no hay manera humana de bajarlas sin riesgo de amputarte un dedo. Además tiene mando a distancia para subirla y bajarla, la cama, no la barrera, sin manual de instrucciones claro, para que te vuelvas majara intentando subir o bajar al pobre enfermo que ve que en cualquier momento se va al suelo, “súbeme la cabeza”, “no, pero los pies no”, “cuidado, cuidado, ayayay”, ahí es cuando te das cuenta de que las barreras son necesarias, para que no se rompa la crisma contra el suelo en uno de los viajes de sube-baja.
Para el acompañante en hospitales privados tienes una cama/catrecutre en la cual no sabes cómo ponerte para evitar una contractura muscular y que tengan que operarte a ti al día siguiente. Según se va acercando la noche te puedes echar a temblar, porque empieza el desfile de enfermeras y demás fauna típica de los hospitales, que os paso a relatar. Cuánto daño nos han hecho series como Anatomía de Grey, que te vas a un hospital pensando que vas a ver mogollón de macizos, y mira lo que te encuentras:
La simpática del pueblo
Es una enfermera oriunda de un pueblo, preferentemente de Extremadura o Andalucía, un poco feúca pero simpática como ella sola, suele entrar dando voces y muy sonriente.  Ésta es como para adoptarla. Suele ir pintada como una puerta desde primera hora de la mañana. La abuela le contó toda clase de anécdotas, de su vida y de la mía, incluyendo la Nochebuena que su yerno (el Mister) que tiene mucha “guasa” le preparó un limoncito muy rico.... y tanto, como que tenía ginebra, y luego le dieron otro sin alcohol y no le gustó tanto, ella quería con ginebra, no sabe nada la abuela. La enfermera se partía de la risa.
La borde resentida
Suele ser baja y gorda, tipo albondiguilla, no sé por qué, y gasta una mala leche que para que contaros, a ésa no me atrevo yo a pedirle ni una tirita que seguro que me la cobra.
El simpático forzudo
Es un jovencito que viene y se carga a la abuela al hombro y se queda tan campante, como si fuera peso pluma, vamos, éste también es para llevárselo a casa. No tengo que deciros que es el preferido de la abuela, que va y le planta: “Ay hijo, qué bien hueles, a colonia y tabaco….” Es lo que tienen las abuelas bohemias.
En general han sido todos súper majos., lo malo es que están entrando durante toda la noche cada rato como si fuera un desfile, ¿por qué no entran todos juntos y lo hacen todo de una vez? Pues porque entonces no sería un hospital, sería un spa, lo que quieren es echarte, que te estés deseando irte a tu casa y que te largues como alma que lleva el diablo y no vuelvas más.
Cuando te estás quedando dormido, viene la de Badajoz con su “¿Cómo están ustedes?”, zas, te enciende la luz en toda la cara y le toma la temperatura a la enferma.
Vuelves a apagar la luz. Cuando ya se te cae la babilla por la comisura, ZAS, se vuelve a abrir la puerta, y entra la borde con el calmante, y con cara de te lo tomas o te calzo un rejostio que te vas a enterar, a esas horas y con esa cara de mala leche casi estuve a punto de tomármelo yo también por si acaso.
Te vuelves a dormir y entonces entran otra vez a mirarle el azúcar en sangre y tú preguntas si habrá un afterhours en los sótanos del hospital, porque ese derroche de energía no es natural, ahí te planteas llevarte una petaca para la próxima noche y montar una timba en la sala de enfermeras.
Te duermes otra vez y entonces entra el forzudo gritando: “Cómo están mis chicas? Venga, a levantarse todo el mundo que toca radiografía”…. Y ahí es cuando aprovechas para huir arrastrándote a la cafetería a desayunar y te que metan un café en vena, Luego irás todo el día con ojeras de mapache, y en modo zombie on. Yo la última noche ni deshice la cama-potro-de-torturas, no compensa, y ponerse el pijama tampoco, total, para lo que vas a dormir.

Después de esta experiencia  queda confirmado lo que todos sabíamos, yo no sirvo para enfermera.

10 comentarios:

  1. Yo tampoco sirvo para enfermera, lo tengo claro. ME quedé con mi madre a pasar la noche en el hospital cuando la operaron del juanete y me quedé tan dormida que llegaron los médicos por la mañana y ahí estaba yo metida en la cama y todavía en pijama... según mi madre, ella me había llamado un par de veces y yo tan tranquila durmiendo...

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  2. Ufff las dormidas en un hospital dan para mucho en cuanto pillas el sueño entran como si fueran a poner la feria por dios cuantas luces tienen las habitaciones de hospital, es alucinante. Espero que la Abuela Airgam este toitalmentre recuperada un beso hermosa y FEliz Navidad

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    1. Hola guapa, pues en ello estamos, ahí va, despacico. Lo de las luces es muy fuerte, parece la feria Choquetín, jajaja. Besos hermosa

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  3. Loca siento lo de que tú abuelita esté mal...espero que pronto pueda recuperarse y echarse otro "limoncito" de los que molan...
    Los hospitales son vampiros de energía....entre el cansancio, el agobio, el estrés acabas diez años mayor...y cuando te toca ser paciente ¡EL ORINAL ES PA MEAR Y NO ECHAR GOTA! :P un besote desmadroso y ánimoooo

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    1. Gracias gonita, es mi madre, no mi abuela, jajaja, la llamo la Abuela Airgam porque como decían Lasniñas de pequeñas, no puede ser tu madre porque es nuestra abuela y punto. Jajaja. Besos desmadrosos guapísima

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  4. Todos estos años los orientales han estado atontandonos para ahora mandarnos a sus vecinos a conquistar nuestro país bar a bar ;-)

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  5. Me encanta Olga porque eres capaz de sacar una sonrisa aun cuando describes situaciones que a todos nos parecen un tormento! Un beso enorme y que se recupere pronto la Abuela Airgam!

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