No sé muy bien cómo llegué a esa situación, pero me ofrecí
voluntariamente o al menos eso creo, porque tengo un poco borrosos los
recuerdos de ese día, lo que sí es seguro es que ya habían empezado las
rebajas. El caso es que me encontré yendo a un centro comercial de cuyo nombre
no quiero acordarme con Lasniñas y dos amigas, o sea, 4 preadolescentes en
conflicto rebosantes de energía y de hormonas a partes iguales.
Al principio todo iba bien, aparcamos a la primera, y sin
hacer muchas maniobras, y según entramos en la primera tienda, las niñas salen
corriendo en desbandada cada una en una dirección como si estuviesen poseídas
por el espíritu del consumismo, yo me encuentro en medio de una tienda que
parecía una mezcla entre un campo de batalla y un afterhours, toda la ropa
tirada, carteles en neón no aptos para ojos con vista cansada y una música
ratonera a un volumen ensordecedor…. Hordas de preadolescentes revolviendo en
montones de ropajes absolutamente espantosos, yo no sabía si mirar algo de ropa
o pedirme un gintonic. El saldo fue positivo a nuestro favor: Lapequeña pilló allí
la primera camiseta, ahora, que alguien me explique cómo puede ser que a una
niña de 11 años tamaño pequeño, vamos, delgadilla, le sirva la ropa una tienda
que se supone que es de adultos???? ¿Hay adultos de ese tamaño? ¿o yo estoy
sobredimensionada? qué puede ser….
A partir de ahí todo fue un peregrinaje de tienda en tienda
que mejor os lo ahorro, para terminar dos horas después en el Primark más
grande de Europa y por lo que me dolían los pies al salir, más grande del
planeta. No he visto una cosa igual en mi vida, es como entrar en otra
dimensión, allí no hay manera de encontrar nada, debo estar muy mayor porque
Lasniñas iban tan frescas arrastrándome de sección en sección, riéndose a
carcajadas y probándose sombreros y gorros como si no hubiera un mañana, lo que
pudimos andar por allí dentro, es como el camino de Santiago. Yo me miré de
refilón y os juro que no me reconocí en la imagen de ese ser que me devolvía el
espejo, llevaba la falda completamente retorcida, una sandalia desabrochada,
los pelos como si una bandada de pájaros hubieran intentado anidar en mi
cabeza, producto de las 20 camisetas que me probé para desechar a continuación,
el rimmel corrido y una mirada de loca que riete tú de Jack Nicholson en El
Resplandor, pensé: ésta es la imagen de una madre agotada hasta la extenuación.
Terminamos en la sección de pijamas donde Lamayor se probó
absolutamente TO-DOS y ninguno le cuadraba, “Jo, noséquéhacer, tía, ¿me lo
llevo?, le preguntaba a la amiga, ¿Tú que piensas? ¿Me queda bien?, es un
poco…. Nosé.. mmm, no es muy yo, o sí? A ver, si tú fueses yo, ¿te lo
llevarías? Es que bueno, no sé, para casa, vale, pero para ir a dormir a otra
casa, ¿te lo pondrías?” al ver que entrábamos en bucle infinito, no pude más y grité
justo cuando se apagó la música ensordecedora : “Te llevas el pijama o me corto
las venas aquí mismo, que es para dormir, coño”, y se lo llevó.
Salimos del probador entre aplausos de otras madres igual de
desesperadas que yo, algunas me miraban con lástima pensando que las cuatro
niñas eran mías, otras con cara de estar pensando si me habría escapado de
alguna clínica de salud mental.
De repente miro a Lapequeña y la amiga y llevaban como 14
prendas de ropa cada una, que todo les queda bien dicen, yo me parto. Después
de pagar el pijama de los coj….. y no sé cuántas cosas más, porque es todo muy
barato, pero al final cuando llegas a la caja son mínimo 30 euros, eso sí, es
facilísima de encontrar porque tiene unos luminosos más grandes que el cartel
de Hollywood. La salida ya es otro cantar, no está señalizada para que no
puedas salir y te gastes allí todo el sueldo. Le supliqué a Lasniñas que si
eran capaces de sacarme de allí en 5 minutos les compraba un helado con dos
bolas. Os digo que hay familias enteras perdidas en el Primark buscando la
salida, si no es por Lasniñas todavía estoy allí.
Salí de ese tugurio como alma que lleva el diablo jurando no
volver en una buena temporada. Ya no tengo edad.
Este post participa en la iniciativa #hayvidadespuesdelos6, que se ha inventado Merak Luna a la que podéis leer aquí, muy indicado para madres al borde de la locura
Imagen vista aquí