viernes, 26 de julio de 2013

El síndrome prevacacional


A una semana exacta de coger las vacaciones, estoy agotaíca perdida, vamos que no puedo con mi alma. Se me está haciendo eterno, no veo el momento de dejar de venir a esa santa casa, que espero siga siendo la mía hasta que me jubile, porque he llegado a la conclusión de que me quiero jubilar aquí. Debe ser señal inequívoca de que me estoy haciendo mayor, que no viejuna, cuidado, el caso es que creo que no cambiaría de trabajo de manera voluntaria ni muerta, me da pereza. Yo ya no tengo aspiraciones de llegar más alto, ni de ascender en el organigrama, ni de nada que se le parezca, ahora he comprendido que  nunca seré como ola protagonista de Armas de Mujer y además es que me importa un bledo, estoy bien así, me gusta mi trabajo, me pagan y me siento valorada y apreciada y para los tiempos que corren creo que no se puede pedir más.
Dicho esto, quiero deciros que tengo el síndrome prevacacional, es decir, que no puedo más, que me dan ganas de ponerme a llorar cada día cuando suena el despertador, que se me cae el alma a los pies cuando llego aquí cada mañana (la primera por cierto) y no veo el momento de irme a mi casa (prácticamente la última)y que lo que me pide el cuerpo es hacer la croqueta por el pasillo y lloriquear mientras pataleo convulsivamente, que paso la mañana a base de cafeína para no abrirme la cabeza con el teclado... bueno y para qué hablar de la cara de loca que me veo cada vez que me miro al espejo, no tengo ganas ni de maquillarme… Querida oficina, lo siento, pero este año, no veo el momento de perderte de vista. Además de los síntomas ya descritos, dicho síndrome se caracteriza porque coges manía a casi todo el mundo que te rodea y te pregunta constantemente que cuándo te vas de vacaciones, es la conversación más común en estas fechas, a continuación cuando dices que aún te queda una semana, te contestan: “bueeeeno, ya te queda menos….”, pero eso ya lo sé yo, me queda exactamente un día menos que ayer, que fue la última vez que me lo preguntaste …… arggggggg no los aguanto…. Qué conversación de besugos es ésta, es como si se nos estuviera reblandeciendo el cerebro a todos a la vez, hemos entrado en bucle y esto es como el día de la marmota. Desde aquí digo: BASTA YA, vámonos todos de vacaciones ya y punto, me da igual cuando se vayan los demás, quiero irme yo y sobre todo quiero que dejen de preguntarme cuándo me voy y dónde. Porque esa es otra, la gente desarrolla un ansia viva por saber dónde se van los demás, para qué preguntar, ya lo verás luego en el Facebook.  Por favor, todos los usuario s de redes sociales, qué os ha dao con poner venga de fotos y fotos de playas paradisiacas, paisajes impresionantes, y comida y bebida super apetecibles, y es que parece que  si no lo cuentas es como si no hubieras estado, el ser humano más que ser feliz lo que le gusta es comentarlo. Abro  instagram y veo a Pirulita tumbada a la bartola con un mojito en la mano, entro en Facebook y Menganito en una playa poniéndose verde de pescaíto y con una cerveza tamaño XXL, y así todo el rato y yo aquí rodeada de papeles y tecleando furiosamente, pensando: sólo me queda una semana ….
Todos los que estáis como yo ánimo, ya nos iremos y colgaremos fotos, y lo comentaremos, o no, no prometo nada, igual no publico nada hasta septiembre, o sí, no lo sé, lo que me pida el cuerpo y me permita la tecnología, o sea que sino paso por aquí la semana que viene, a pasarlo bien, hermosos.

viernes, 19 de julio de 2013

La cartera de los hombres o el síndrome pre-diógenes

Alguien en la sala que entienda la cartera de los hombres? Y como cartera me refiero al billetero o monedero, cómo lo queráis llamar, pero debería llamarse el papelero porque no puede tener más papeles….
Yo veo la cartera de Mister y no doy crédito, porque parece exactamente un ladrillo, de lo que pesa, debe llevar ahí tickets hasta en pesetas, no digo más. Es un bulto informe que ni cierra que no sé cómo puede metérselo en el bolsillo. Y es que yo creo que tienen trauma por no llevar bolso, pero claro, si van así por la vida, imagínate si tuvieran bolso, ¿qué llevarían? ... Pues papeles, porque de las cosas que más les gusta a los hombres es acumular papeles, muchos papeles, cuanto más antiguos mejor, eso sí, muy arrugaditos  y dobladitos en dos mil quinientos pedacitos, ahora, no les pidas el ticket de la última compra porque lo han perdido siempre, o el ticket de una camiseta que compraron o les regalaste y hay que cambiar, ese ticket no aparecerá jamás. Está en el agujero negro que hay en todas las casas decentes, donde van a parar los calcetines desparejados y las tapas de los tuppers que se pierden y nunca más nadie encuentra.
Tampoco entiendo esa resistencia a cambiar de cartera, suelen llevar una mugrienta del año de Maricastaña. Yo casi nunca sé qué regalarle a los hombres, me parecen complicados y en una ocasión pensé comprarle a Mister algo que le hiciera falta. Viendo la cartera que llevaba pensé que una cartera buena y chula de piel  le vendría genial. Así que me voy a comprarle una, me gasto una pasta y cuando la ve tenemos la siguiente conversación:
Mister: “¿Por qué me has comprado una cartera? (arrugando el morro).
Yo: “Porque la que tienes está asquerosa” (sin paños calientes).
Mister: “Pues yo no creo que esté tan mal y además a mí me gusta la mía”.
Yo: “Vale, pero cualquier día se te cae a pedazos” (pelín exagerada que es una).
Mister: “Pero es que voy a tener que cambiar todo de una a otra y es un rollo” (nunca se plantea tirar nada si no le obligas).
Yo: “Pues así aprovechas y haces limpieza, ya verás qué bien te sientes luego, como si te quitaras un peso de encima” (pero literal, porque el papel pesa).
Al final lo hizo, lo de cambarlo, no lo de tirar. Han pasado los años y la cartera vuelve a estar completamente llena de papelotes y hecha polvo, pero yo no voy a volver a caer en la tentación de comprarle otra, que se quede con la suya si le tiene cariño hasta que se jubile. He llegado a la conclusión de que a los hombres sólo les gustan los regalos tecnológicos, tipo ipad, móvil, algo para el ordenador, un disco duro y cosas así, al menos al mío.
Lo de los hombres con las carteras es un hecho que está demostrado científicamente y cuyo trabajo de campo ha sido llevado a cabo por la menda lerenda, observando a los hombres que me rodean y sí, lo certifico, todos, absolutamente todos son iguales con la cartera y los papeles, y no voy a dar nombres. Si no me creeis, la próxima vez que veáis a un hombre sacar la cartera, fijaos cómo la lleva y os acordaréis de mí.
Al igual reconozco que yo llevo el bolso lleno de cosas, pesa como si tuviera piedras, y cumplo la ley universal de que cuánto más grande es el bolso más cosas llevo dentro. Así es, verdades como puños.

domingo, 14 de julio de 2013

Mister Patinaje Artístico


Reconoceréis que ya estabais echando de menos las aventuras de Mister, verdad? Pues ha llegado el momento tan ansiado en el que os voy a contar su última aventura. Entre mis inquietudes intelectuales, que no son pocas, se encuentra la observación del género humano en general y el masculino en particular. Y la verdad es que no dejan de asombrarme, es más a veces pienso, esto ya es lo último que me quedaba por ver…. Tintintin…. error, siempre hay más, ellos van siempre un paso más allá, dispuestos a hacer tu vida más amena, para que no te aburras mayormente.
El macho ibérico, según va cumpliendo años, en su búsqueda insaciable de la eterna juventud, desarrollará un ansia viva por los deportes de riesgo, ¿por qué? Nadie lo sabe. Si a esto le añades unos compañeros de fechorías en su misma situación, a los que en nuestro caso llamaremos a partir de ahora “los cuñaos”, es el caldo de cultivo ideal para que tu Mister desarrolle todo tipo de lesiones más propias de niños de primaria o de adolescentes en conflicto que de respetables padres de familia.
Los hombres no pueden limitarse a practicar un poco de deporte, no, la palabra paseo no entra en su vocabulario, ellos tiene que escalar el Himalaya, despeñarse por un barranco, tirarse en bici cuesta abajo y sin frenos, vadear unos rápidos… en fin…. Suerte que no vivimos en el Amazonas, no me quiero imaginar la cantidad de hazañas que se les pueden ocurrir en plena selva, que vamos, riete tú de Frank de la Jungla.
La última del Mister fue irse con “los cuñaos” a montar en bici y calzarse una hostia de concurso, hay que ver cómo vino, la rodilla en carne viva, la ropa como si se hubiera rebozado en un lodazal, congestionado que parecía que le iba a dar un ictus, vamos, hecho una penica, que ganas me dieron de decirle: “pero qué te han hecho criatura”. Su explicación fue lo más: “Es que como hacía mucho calor, intenté quitarme el casco con una mano, en marcha (esa frase ya me preocupa bastante), se me engancharon las gafas de sol y claro, porque no se cayeran, me caí yo….” Vamos, que en ningún momento se planteó parar la bici, no fueran a pensar “los cuñaos” que es un blandengue…. Lo bueno de esto es que hemos recuperado la costra ibérica, especie en peligro de extinción. Eso sí, está todo el día tocándose la costrita, que hasta que no se la arranque no va a parar….

En Navidad también hizo de las suyas, había venido su primo de Bilbao con su niña que es de la edad de Lapequeña y claro, ellos no podían ir con las niñas a un plan normal tipo cine, al grito de esos son mariconadas, se fueron a patinar en hielo, hasta ahí todo bien, hasta que sonó mi móvil y me dijo con voz temblorosa la peor frase que se puede decir a una madre que no tiene todos sus polluelos a la vista: “Hola, soy yo, estás sentada?”… a mí casi me da un parraque…. Me imaginé a mi niña sin dientes…. Hiperventilando, me senté y le dije: “pero qué pasa? Y la niña?” y va y me dice: “La niña bien, yo me caí y me abrí la cabeza, pero estoy bien, ahora vamos para casa….” ¿A vosotras os parece normal? Al parecer el tipo se vino arriba, empezó a hacer piruetas y se clavó un leñazo de vídeos de primera, el primo venía descojonado literalmente, no podía ni hablar para contármelo, yo cuando comprobé que no venía tarado ya del todo y que su vida no corría peligro dije la mítica frase de madre: “Me vais a matar a disgustos” ahí fue cuando Lapequeña le dijo: “Papá eres Mister Patinaje Artistico”. No consintieron en ir a urgencias hasta haberse clavado cada uno un plato de pasta boloñesa del tamaño de un barreño con la excusa de: “si me van a dar puntos, prefiero que sea con el estómago lleno”….
Es para matarlos directamente

viernes, 5 de julio de 2013

Las rebajas y la madre que las parió

Por fin llegó el tan ansiado periodo rebajil.... Dios mío qué nervios, toda la temporada esperando este momento y de repente pienso, ¿pero qué temporada?, si allá por Semana Santa me compré una camiseta que me pareció “imprescindible” de esas que llaman “fondo de armario”, y tan al fondo, como que no me la he vuelto a poner.... y resulta que la temporada en realidad empezó ayer... Pero ayer de verdad, que yo hace dos semanas estaba con una chaquetilla y pelada de frío, eso sí, con mis sandalias nuevas, aunque se me gangrenen los dedos de los pies por congelación, pero yo con mis sandalias nuevas al pie del cañón. Claro, como no ha habido temporada, pero vamos, ni principio ni final, y ahí tenemos que las tiendas se resisten a empezar las rebajas, como que no han vendido nada. Ahora ya nada es como antes y las rebajas no iban a ser menos, ahora cada marca empieza las rebajas cuando le da la real gana, esto no es serio, así no hay manera de organizarse, pero vamos a ver, yo como soy de Inditex, hasta que Amancio no de el pistoletazo de salida, como que no es lo mismo, y lo de pistoletazo viene a cuento, porque coincide más o menos con San Fermín, es como parecido, unos corriendo delante de los toros y otras corriendo por los pasillos de Zara o el Corte Inglés para encontrarte con que la tienda está dividida en 2 partes: Una, todo desordenado con la ropa en montones, tirada por el suelo que tú lo ves y piensas: Dios mío, qué pereza ponerse a rebuscar en ese montón informe. Y la otra parte, todo colocadito, con prendas monísimas perfectamente organizado, todo en armonía de colores y estilos y claro, no te lo piensas, vas para allá, es como si la ropa te llamara desde las perchas. Ves una blusa que te gusta, la tocas, la descuelgas, le das la vuelta a la etiqueta y....SORPRESA.... 90 euros y claro, al borde del infarto, con palpitaciones vas a preguntarle a la dependienta: “Perdona, sobre esto qué rebaja hay?”, y ella: delgadísima, monísima y con una cara de asco que echa de espaldas, que digo yo, qué les ponen a estas pobres criaturas en la máquina del café? Ácido sulfúrico o así, va y te dice mirándote como si fueras subnormal y ella te estuviera descubriendo la cuadratura del círculo: “No tiene rebaja”, y te señala un cartel diminuto que pone: Nueva colección.... tócate los cojones (perdón)..... pero qué nueva colección ni que ocho cuartos, en pleno verano nueva colección de qué... hay que tener poca vergüenza... Llegado a este punto, yo me largo, lo siento, pero no me compro nada,... ahí se queda la dependienta-con-cara-de-asco, la ropa toda colocada y la de los montones en el suelo, que yo creo que las hacen ir media hora antes para que descoloquen la ropa que está rebajada, desde luego conmigo que no cuenten... De momento esperaré a que pase San Fermín para ir a echar un vistazo, y ya os contaré